jueves, 7 de junio de 2012

Aquí os pongo la entrevista de la prestigiosa revista "Gym Factory" al Dr. Guillermo Laich.
He de deciros que Bill Laich es para mi una de las personas mas integras, sabias y capaces que conozco. Le conozco hace mas de 35 años y en mi primera juventud inculcó en mi los mas importantes valores, que me han acompañado durante toda mi vida como una guia sobre como afrontar la vida siendo un buen hombre. Muchas veces me habeis oido que para mi la calidad humana se mide en tres valores interconectados: Bondad, amabilidad y flexibilidad. Bien, Bill inculcó en mi y en los grandes amigos que conservo de esa época preciosa,  y que tenemos la suerte de tenerle como maestro. Eso y mucho mas.
En mi paso por el ejercito, en situaciones extremas, en las que desaparece la razón y solo contamos con los automatismos mentales que hemos adquirido, surgian como faros las guias que impuso a nuestro caracter. (Y os juro que en el desierto del Wadi Rum a 60 grados celsius sin agua ni comida, ocultandome de partidas de beduinos, se pone a prueba el caracter y todo el insospechado bagaje que nuestra mente y cuerpo transporta.)
Ha sido el caracter que nos imprimió el que ahora me hará volver a jugar en la liga Elite de football Americano la proxima temporada. Siendo sin duda el jugador mas viejo de Europa. (Ya os contaré) Nada es tan duro y eficaz como la voluntad.
Os agradecería que difundierais la entrevista, ya que considero vital que se limpie el nombre de un hombre de su valia tanto humana como profesional. Tambien os recomiendo que sigais sus publicaciones y su perfil en facebook: https://www.facebook.com/guillermo.laich



29 de mayo de 2012 ENTREVISTA ACLARANDO LA VERDAD SOBRE EL DR. GUILLERMO LAICH Entrevista Personal de Inés Ledo, Editora de la Revista Gym Factory, al Doctor Guillermo Laich




Por fin, entre más de tres mil quinientos libros, e incontables publicaciones científicas en inglés, alemán, y español, me encuentro sentada en el despacho del Doctor Guillermo Laich. Me parece increíble después de tantos intentos fallidos unas veces por las ocupacionesdel doctor y otras por las mías.

Inés Ledo: Cuéntenos un poco sobre su trayectoria académica y profesional.
Guillermo Laich: Como podrán comprobar, mi vida es transparente y llana, y no soy nada misterioso: me gradué como Licenciado en Medicina y Cirugía en la Universidad Complutense de Madrid en el año 1977, y desde entonces he estado colegiado alternativamente en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, el Ilustre Colegio de Médicos de Alicante, el Colegio de Médicos de Bilbao, y el Colegio de Médicos de Holanda (BIG Register), dependiendo de donde haya estado residiendo. Luego realicé el MIR en el Servicio de Cirugía Plástica del Hospital de Cruces de Bilbao en el año 1981 bajo la dirección del Profesor Antonio Alfaro obteniendo el titulo de Medico Especialista en Cirugía Plástica, Reconstructiva, y Estética. A continuación trabajé con el Profesor Ulrich T. Hinderer (ex Presidente de ISAPS y y Secretario de IPRAS) en el Hospital Ruber Internacional de entrenadores de Madrid y en la Clínica Mirasierra de Cirugía Plástica y Estética hasta el año 1985. A finales de ese mismo año obtuve el titulo de Doctor en Medicina y Cirugía en la Universidad de Alcalá de Henares bajo la dirección del Profesor Luis Munuera Martínez (Catedrático Emérito de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Universidad Autónoma de Madrid, Jefe del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Ciudad Sanitaria La Paz, y Miembro de la Real Academia de Medicina Española). Después me traslade a los Estados Unidos donde recibí un nombramiento de profesor universitario y también de Director de Ciencias del Deporte de un centro de alto rendimiento en Los Ángeles, California. No obstante, vi que tanto en la cirugía plástica como en la medicina del deporte, la psi-quiatría y la psicología médica cumplen funciones muy importantes. En el año 2001 fui nombrado Director del Departamento de Medicina y Ciencias del Deporte en la Clínica Mediterránea de Neurociencias de Alicante donde trabajé durante cuatro años y me decidí a hacer también esa especialidad médica, que es la que ejerzo en estos momentos, sobre todo aplicada al deporte.

Inés Ledo: ¿Por qué psicología y psiquiatría deportiva?
Guillermo Laich: Porque cada día la neurociencia y la psiquiatría son más importantes, no hay muchos profesionales especializados en ella, y es una gran ayuda para los deportistas de élite con vistas a subir puestos en el ranking mundial. En el deporte de élite, el 90% del éxito es 90% mental.

Inés Ledo: Voy a hacerle una pregunta, que espero que no le moleste, es inevitable que yo se la haga, ¿por qué cuando se pone su nombre en Internet, se le relaciona con el dopaje?
Guillermo Laich: Francamente no lo se, pero ese ha sido uno de los motivos por los cuales me he apartado de la medicina del deporte. Me he cansado de que me injurien, calumnien, y difamen por los celos o la envidia de haber trabajado con los mejores deportistas del mundo. He sido campeón del mundo de un deporte cuando vivía en los Estados Unidos, y jamás me he dopado. Como médico tampoco he dopado a nadie, pero por trabajar con atletas de elite algunos periodistas erróneamente me relacionan con el dopaje.

Inés Ledo: Pero ¿usted trabajó con el Dr. Robert Kerr en Los Ángeles?
Guillermo Laich: Conocí al Dr. Robert Kerr, en Los Ángeles durante las olimpiadas del año 1984. Pero debo aclarar que nunca trabajé con el, porque soy médico Español y no tengo licencia para ejercer la medicina en los Estados Unidos. Inés Ledo: En muchos artículos de prensa he leído que tiene una gran amistad con el doctor Eufemiano Fuentes. Guillermo Laich: Al Dr. Fuentes lo conocí brevemente en la Real Federación Española de Atletismo en el año 1981, pero no trabajamos juntos, ni jamás colaboramos en ningún proyecto, ni tuvimos nada en común. De hecho no he vuelto a tener relación con el desde entonces. Por lo tanto de amistad, como puede comprender, no hubo ni hay nada. Todo eso que se ha escrito sobre que él aprendió de mi el dopaje es algo totalmente falso e inventado. Personalmente, condeno el dopaje o el uso de drogas, y no me interesan en ninguna de sus vertientes.


 Inés Ledo: ¿Y con Pascua Piqueras?
Guillermo Laich: Conocí a Manuel Pascua Piqueras, a quien considero un excelente entrenador, en la Real Federación Española de Atletismo en el año 1981 cuando el era Coordinador Científico, y yo Asesor Científico. Jamás le he visto dopar o hablar de dopaje a un atleta. Con Manuel aun conservo la amistad.

Inés Ledo: ¿cómo fue el programa de preparación del grupo de aletas de élite de la Real Federación Española de Atletismo de cara a las olimpiadas del año 1984?
Guillermo Laich: Ese programa fue creado a principios de los años 80 por la dirección técnica de la Real Federación Española de Atletismo, constituida en esos momentos por el presidente Juan Manuel de Hoz y el director técnico nacional Carlos Gil Pérez. A pesar de todos los comentarios negativos, en realidad consistía en un programa diseñado para evitar el dopaje y donde se pretendía optimizar el rendimiento de los atletas españoles de manera científica pero natural para que estuviesen en igualdad de condiciones con los del resto del mundo. Consistía en opti-mizar los entrenamientos y la recuperación mediante procedimientos fisiológicos, naturales, y lícitos. Las mejorías en el rendimiento fueron basadas en mejores programas de entrenamiento, programas nutritivos más específicos, estudios fisiológicos, biopsias musculares con análisis histoquímico, rehabilitación, fisioterapia, y suplementación deportiva natural. Ninguno de los atletas testeo positivo en pruebas de dopaje. Sin afán de defender o acusar a nadie, recuerdo que tres atletas a quienes la directiva invito a participar (dos de Barcelona y uno de San Sebastian) se negaron por razones que desconozco. También por razones que desconozco, el Sr. Odriozola se opuso ferozmente, y desde el principio, a este novedoso y bonito proyecto cuyo objetivo era aumentar el rendimiento así como eliminar el dopaje en el atletismo español.

Inés Ledo: ¿José María Odriozola en esa época ya estaba en la Federación Española de Atletismo?
 Guillermo Laich: En esos años el Sr. Odriozola que yo sepa no ostentaba ningún cargo pero pululaba por allí y tuve muy poco trato con él. En ciertas ocasiones, y descono-ciendo los motivos, se dirigió a mi de una manera agresiva, altanera, y despectiva. Según la publicación “La soledad del corredor Odriozola” – publicado en “Laverdad.es” con fecha 19/12/2010 y autor Julián Méndez, el Sr. Odriozola manifiesta que: “me tuvo que apartar de un plan biológico mas que sospechoso,” y en la publicación de Carlos Toro en el periódico El Mundo titulada: “Un personaje misterioso” del año 1996, se dice que el Sr. Odriozola en su momento “me echó de la Federación y que por ser yo un monstruo ultra-marino me arrojó a las tinieblas.” Además Toro afirma que yo no figuro en ningún registro oficial y que por lo tanto no puedo ejercer la medicina en España. Pues bien, todo esto tiene una falta de fiabilidad o precisión y validez académicas en las universidades donde las obtuve, los ministerios que las avalan, y los colegios de médicos que las defienden, dicen todo lo contrario e invalidan el contenido del artículo. Incluso, y veladamente, se refiere a mi persona en términos tales como: falso médico, traficante, ultra derechista, mentiroso, nazi, delirante, y asesino. Con respecto al Sr. Odriozola, este jamás intervino de manera directa o indirecta en el programa olímpico. Tal programa continuó sin alteración ni modificación alguna hasta finalizar las olimpiadas del año 1984. Obran en mi poder documentos oficiales firmados por el entonces secretario general de la federación de Atletismo, José Luis Alonso Riestra que dicen: “después de la olimpiadas de Los Ángeles del 1984, el Dr. Guillermo Laich dejó la Federación Española de Atletismo a petición propia, después de haber desarrollado de manera totalmente satisfactoria sus funciones.” Nuevamente, tales documentos, invalidan las declara-ciones del Sr. Odriozola, y además dan detalles sobre la filosofía con-ceptual y la totalidad de los procedimientos y pruebas en las cuales participaron los atletas.

Inés Ledo: ¿Cuénteme que pasó en la Juventus?
Guillermo Laich: Fui contratado por la directiva como asesor de alto rendimiento para la temporada 1998 a 1999. Puse en marcha un programa de entrenamiento de fuerza, velocidad, potencia, y de nutrición. La mejora en el rendimiento del equipo, fue interpretada como dopaje por el director técnico del Roma, el checo Zdenek Zeman, que lo denunció. Marcelo Lippi, el entrenador del Juventus, rechazó de plano dichas acusaciones de dopaje y precisó que los entrenamientos que realizaba la Juventus eran tomados por muchos técnicos como ejemplo. Según Lipi, “Cada entrenador que nos ha visita-do ha ido afirmando lo mucho que le gustaría que su equipo se entrenara como el Juventus. Los aficionados nos conocen bien.” La Juventus le puso una denuncia a Zeman por las falsas acusaciones. Incluso se comentó sobre el posible uso de hormona de crecimiento, cosa que no fue verdad. Fui a declarar como testigo voluntario ante un juez en Torino donde expliqué con referencias bibliográficas la naturaleza del programa. En realidad las acusaciones de Zeman estaban dirigidas hacia la Juventus en las temporadas de los años 1993 al 1998, y yo trabajé con la Juventus en la temporada del 1998 al 1999. No obstante, vía dictamen judicial, y después de una larga investigación pericial y dos juicios, la Juventus fue eximida de todos los cargos de dopaje por el Tribunal de Arbitración en el Deporte en Lausanne, Suiza. Se aclaró oficialmente que ninguna de las sustancias en cuestión estaban prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje, y que ningún jugador de la Juventus dio positivo en ninguna prueba para detectar el uso de sustancias ilegales.

Inés Ledo: ¿Por que le han imputado en la operación puerto y la operación galgo?
Guillermo Laich: Ante todo tengo que decir que en ambas nunca he sido imputado por la justicia, sino que he sido injustamente implicado por la prensa. En la operación puerto, referente al dopaje en el ciclismo, no conozco a nadie, jamás fui imputado, ni tuve nada que ver en ella, además nunca he tratado con ciclistas. Tampoco tuve nada que ver con la operación galgo, referente al dopaje en el atletismo. No sé como mi nombre ha aparecido relacionado con todo eso. Ni siquiera me han citado los jueces para ser interrogado.

Inés Ledo: ¿Por qué ha estado aguantando en silencio, todos estos años las acusaciones que le han hecho y ahora se ha decidido a hablar?
Guillermo Laich: Porque llega un momento en que uno dice BASTA. Cuando las personas piden cita en mi consulta médica, algunos ponen mi nombre en Internet y luego cancelan la cita porque no quieren que su nombre se relacione con el dopaje. A muchos de ellos les doy la opción de hacer la consulta por Skype, y siempre en la primera consulta les tengo que aclarar la verdad sobre tales acusaciones. Los autores de los reportajes, los que tienen blog en Internet y hacen referencia a esos artículos, la prensa…. No creo que sean conscientes del daño que me están haciendo, tanto moral como profesional y eco-nómicamente. En estos momentos mi esposa intenta que se retiren todas las calumnias de Internet, pero es curioso que cuando se habla con los autores de dichos artículos o blogs, no son conscientes del daño que han hecho y alegan que “no es para tanto” Si en un plazo de tiempo moderado, no lo logra, iniciaremos las acciones legales que procedan para limpiar mi nombre.

Inés Ledo: ¿Tiene algo más que decir al respecto?
Guillermo Laich: Al poner mi nombre en un buscador de Internet, puede que hayan encontrado artículos, comentarios, y blogs con contenido difamatorio dirigidos a mi persona. Francamente desconozco el motivo por el cual han sido publicados, tampoco se si se ha hecho con acritud o por ignorancia. Es fácil encender la mecha. Uno recoge lo que otro inventa, otro lo utiliza sin fundamento, un tercero hace lo mismo, y así la cadena va creciendo error sobre error y falsedad sobre falsedad… hasta que el proceso cobra proporciones enormes y termina por representar una condena y ejecución. La investigación periodística consiste en intentar resolver el problema que se esta identificando, y no a distorsionarlo y a empeorarlo aún más. Además, España es un país libre y democrático donde se debe respetar la presunción de inocencia que nos otorga la constitución a todos los ciudadanos Españoles. Comprendo que hay que vender artículos y programas pero no a costa de la difamación de los demás. Existen valores fundamentales como respeto, ética, y moralidad que hay que respetar y aplicar. Su ausencia puede producir un daño irreparable en una persona inocente. Siempre he pensado que, de alguna manera, todos esos artículos difamantes revelan más sobre las personas que efectúan las declaraciones y los escriben que sobre mi mismo. Tratar de destruir o desprestigiar lo que otro ha logrado en su vida a base de esfuerzo y sacrificio, no es una buena forma de avanzar en la vida de uno mismo. Pero conmigo se ha hecho de forma reiterada y despiadada ya que no existe ninguna acusación, imputación, o dictamen judicial que lo avale. Cuando algún atleta decide trabajar conmigo exijo que ambos firmemos un contrato en el cual el atleta se compromete a no ingerir o utilizar ninguna sustancia ilegal y/o dopante que este prohibida por los organismos nacionales e internacionales. Finalmente, es curioso como todos me presentan en muchos artículos de prestigiosas publicaciones y periódicos como un hom-bre misterioso, que viene de EE. UU., y que su curriculum académico es inexistente. Todo para crear un personaje raro parecido a un gurú, y que nadie sabe realmente de donde viene ni a donde va. ¿Relación con los hechos? ninguna. ¿Acusaciones formales? ninguna. ¿Pruebas existentes? menos aún. Pero una y otra vez me introducen en el misterio que le quieren dar al asunto.

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