jueves, 16 de diciembre de 2010

Reflexiones en el metro.

 

Las puertas se abrieron y alguien con mas prisa que yo me empujó al interior del vagón. Por suerte había un sitio libre y me senté. Miré a mi alrededor, para hacer inventario de mis compañeros de viaje y conté una pareja de sudamericanos, un chino bastante mayor que se frotaba las manos como para quitarse algo, un negro pulcro y correctamente vestido, aunque con ropa que sin duda le había vendido algún familiar del chino que tenía enfrente, un poco mas allá había una chica con rastas, vestida como a retales. No pude evitar fijarme en la variedad de razas que había en el vagón. Yo, un calvo de 1,80 metros de estatura sin duda natural de Madrid completaba el cuadro. Me fijé en el chino. ¿Porqué dirán que son amarillos? me fijé bien y su color no se diferenciaba casi nada de el de la chica con rastas, que sobre el papel se supone que es blanca, pero yo la veía de un color mas bien beige… Me miré las manos para asegurarme y en efecto, de blanco nada. soy de un color marroncillo claro. Inmediatamente miré hacia el negro y ¡Oh sorpresa! tampoco es negro sino marrón. algo así como caoba.

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Los sudamericanos también eran de color marrón, pero algo mas claro, aunque haciendo un esfuerzo de imaginación intercambié los colores de la piel del negro y los sudamericanos en mi mente y cuadraba bastante bien. También intercambié con el mismo proceso los colores del chino y la chica con rastas y no hallé ninguna diferencia. Para rizar mas el rizo (Expresión que resulta curiosa viniendo de alguien que no se peina hace 25 años) Intercambié colores entre el chino y el negro, y digamos que el chino parecía recién salido del Marbella club en agosto y el negro un zombi de película de serie B.

¿Quien se habrá inventado esas convenciones sobre los colores de la piel?  A lo mejor fue algún  cronista viajero que la primera población china que vio fue un poblado birmano con epidemia de hepatitis, o Algún explorador africano que vio furtivamente a bosquimanos de noche…

Lo que no me queda del todo claro es porque somos blancos… Me sigo mirando las manos y sin duda son beige…

2 comentarios:

  1. Beige... yo me veo naranjita... asi es como me coloreaba en el cole, vaya... :P

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  2. Pues tienes razón cielo!!!
    Ahora que me fijo mejor soy mas bien naranja!!!
    Requetemuaaaask!!!

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